Morteros con inhibidores migratorios de corrosión, máxima protección del hormigón armado
Propamsa innova con la presentación de esta nueva generación de morteros con inhibidores migratorios de corrosión que ofrecen una protección adicional al hormigón armado frente a los agentes externos, aumentando la durabilidad del hormigón, prolongando su vida útil reduciendo las reparaciones, disminuyendo la huella de carbono siendo todo ello mucho más sostenible para el medio ambiente.
Las estructuras de hormigón armado, como sabemos, se deterioran por ataques sobre el mismo hormigón o por la corrosión de su armadura. La presencia de contaminantes, como el dióxido de carbono atmosférico y los cloruros, provocan este deterioro, favoreciendo la oxidación del acero.
Estos dos fenómenos carbonatación del hormigón y ataque por cloruros, hacen imprescindibles las tareas de mantenimiento continuado a lo largo de la vida de la estructura y, por tanto, un coste adicional y con estos nuevos morteros contribuimos a reducir el mantenimiento.