Se trata de la rehabilitación de una vivienda y local comercial entre medianeras. El edificio se ubica en una parcela pasando de 60 m2 en el centro histórico de la población. La fachada principal se abre a una de las calles comerciales más importantes de la villa, con mucha intensidad de tráfico, tan rodado como peatonal (C/Ample). En cambio, la fachada posterior mira a una calle estrecha y tranquila (C/Lloro).
La edificación existente constaba de dos cuerpos construidos con muros de carga y separados por una pared central también estructural sobre la que apoyaban forjados de madera a distintos niveles. El cuerpo de la C/Ample está formado por planta baja y planta piso de alturas nobles, pero en cambio el volumen correspondiente a la C/Lloro consta de planta baja y dos plantas con alturas de forjados diferentes al otro volumen.
El proyecto tiene dos premisas principales: hacer desaparecer esta pared central para conseguir una vivienda de la máxima longitud posible, pasando de calle a calle, a la vez que respetar totalmente el cuerpo principal y modificar el otro, derribando los forjados pero manteniendo las fachadas, debido a su mal estado de conservación.
Así, se alcanza una vivienda de 125 m2 que se desarrolla en planta baja y tres plantas piso, manteniendo dos partes contrastadas: alturas nobles con vigas de madera en el cuerpo de la calle principal, y alturas más ajustadas construidas con nuevos forjados de madera en el otro cuerpo.
Descripción de la propuesta estructural
Rehabilitación con elementos industrializados
Un dels aspectes més rellevants de la proposta és la introducció d’elements industrialitzats en un projecte de rehabilitació. Degut al mal estat del cos del Carrer del Lloro s’opta per la substitució integral dels forjats i la coberta existents per panells de fusta contralaminada. Es tracta de panells de fusta industrialitzada de 2,40m d’ample i 184mm d’espessor, formats per 5 capes de llistons de fusta encolats en direccions perpendiculars alternativament.
Éstos se disponen siguiendo la dirección de los forjados anteriores, apoyando a los muros de medianera mediante perfiles metálicos y manteniendo de esta forma el comportamiento unidireccional original. Con un efecto similar a la capa de compresión de hormigón, la rigidez transversal de los paneles contralaminados permite considerar su capacidad de actuar como diafragma y añadir monolitismo al conjunto de la estructura.
Utilización de materiales de bajo impacto ambiental
En el proceso constructivo se prioriza la utilización de materiales de bajo impacto ambiental en los elementos estructurales. Por ese motivo, la sustitución de los nuevos forjados se realiza con paneles de madera proveniente de bosques certificados. En el caso de los forjados reforzados, se aumenta la sección de las viguetas existentes con madera para disminuir el espesor necesario de capa de compresión de hormigón.
Reducción del peso global de los techos
Los nuevos forjados de madera contralaminada reducen el peso global de los forjados. Este hecho permite introducir un nuevo techo aumentando en tan sólo un 1% las cargas transmitidas al terreno. En comparación con otros sistemas como forjado metálico colaborante o una losa de hormigón, el aumento de peso, considerando cargas permanentes y cargas variables, es del 19% y del 70% respectivamente.
Reducción de los tiempos de obra y elementos auxiliares
El diseño de elementos estructurales se realiza considerando también el proceso constructivo. En una primera fase se realiza la colocación de los perfiles de soporte de los paneles de madera aprovechando los forjados existentes. Estos perfiles de soporte se rigidizan en las esquinas evitando la necesidad de colocar andamios y el arriostramiento provisional durante el vaciado de los forjados existentes. También para facilitar el trabajo en obra, se opta por pre-perforar los perfiles en taller.
El proceso de montaje de los paneles de madera es de menos de 3 días, puesto que los paneles llegan adaptados a la geometría de la obra, donde se realiza el montaje en seco. Las características propias de la madera permiten adaptar la geometría de los paneles a las imperfecciones de los muros de piedra existentes in situ con mucha facilidad. Este sistema permite una importante disminución de la duración de la obra.


